España atraviesa una gran crisis financiera y económica, global y nacional, que ha provocado la destrucción de riqueza y un alto grado de desempleo. Pero España es un gran país que cuenta con una sociedad dinámica capaz de afrontar grandes retos. El Profesor Velarde enseña que España se ha colocado al finalizar el siglo XX, en el conjunto de la economía mundial, dentro del núcleo de los países industriales con alta renta, y señala que se ha tratado de un extraordinario esfuerzo colectivo de la sociedad española. Los españoles pueden hacer grandes cosas.
El Gobierno de España está reaccionando con prudencia, responsabilidad y solvencia ante los serios desafíos provocados por la situación económica y social.
El Gobierno sabe medir con exactitud los tiempos de la crisis, y sus primeras acciones se han destinado a proporcionar a la economía española los estímulos necesarios y razonables al fin de evitar que la caída de la actividad económica tuviera un impacto grave. Las medidas de estímulo contenidas en el denominado Plan E han sido, en este sentido, todo un acierto.
La ciudadanía española ha visto, creo que con gran satisfacción y alivio, la reacción de los países de la Unión Europea para la consolidación de la Unión económica y monetaria a través de sus decisiones encaminadas a romper los movimientos especulativos sobre el euro. El futuro social y económico de España se encuentra profundamente implicado con la positiva marcha de los asuntos económicos de nuestros socios europeos y del conjunto de la Unión. Las medidas de ajuste propuestas por el Gobierno han de entenderse en este contexto de nuestra pertenencia al proyecto europeo y de la correlativa necesidad, en estos momentos de crisis, de aplicar una política muy rigurosa de austeridad.
Hay otras interpretaciones torticeras de la derecha política que presentan las medidas de ajuste como una imposición foránea, o del amigo del otro lado del Atlántico. Estos planteamientos políticos ignoran nuestro compromiso con el proyecto europeo, minan la confianza de la ciudadanía en nuestras posibilidades, y se corresponden con las actitudes de aquellos que el Presidente del Gobierno identificó como “patriotas de hojalata”.
La iniciativa política de la reestructuración del sistema financiero español a través del impulso de los procesos de concentración económica de las Cajas de Ahorro debe anotarse también en el activo del Gobierno de España, y parece que en este asunto se contará con la colaboración del PP.
Igualmente, son relevantes los esfuerzos del Gobierno para fomentar el diálogo social entre los sindicatos y los empresarios. Los acuerdos para la reforma laboral deben propiciar un marco adecuado para la creación de empleo indefinido que permita a todos, y especialmente a los más jóvenes, una estabilidad en sus empleos y una formación adecuada para afrontar el dinámico y cambiante entorno empresarial del Siglo XXI.
El Gobierno ha diseñado una estrategia global que busca sentar las bases para un nuevo modelo de desarrollo y crecimiento de la economía española. La Estrategia para el Crecimiento Económico Sostenible consiste en una serie de reformas profundas en diversos sectores a través de distintas iniciativas normativas sectoriales. La Ley de Economía Sostenible se concibe como iniciativa nuclear dentro de esta Estrategia, y pretende resultar un elemento clave en una estrategia global de modernización y cambio del modelo económico.
Terminar la recuperación es nuestra gran tarea. A ella está llamada toda la sociedad española, los partidos políticos, los sindicatos, los empresarios. A todos nos corresponde mostrar altura de miras, aunque podamos esgrimir justificadas críticas, además de desazón, ante las conductas de aquellos que con su avaricia han provocado la especial violencia de esta crisis. La batuta le corresponde al Gobierno de España que, a buen seguro, propondrá ulteriores medidas que contribuyan a incrementar la confianza de la ciudadanía y de los agentes sociales y económicos, así como la percepción de equidad del conjunto de las propuestas realizadas. Los trabajos para la reforma del sistema educativo español y la lucha contra la corrupción que destroza la confianza de los ciudadanos y ciudadanas en las instituciones políticas y económicas son también esfuerzos relevantes que el Gobierno realizará.
A los socialistas nos corresponde explicar las medidas necesarias y razonables adoptadas, y respetar la correcta distribución de los tiempos de la crisis y de la naturaleza de las medidas que está realizando el Gobierno de España.
El Gobierno de España está reaccionando con prudencia, responsabilidad y solvencia ante los serios desafíos provocados por la situación económica y social.
El Gobierno sabe medir con exactitud los tiempos de la crisis, y sus primeras acciones se han destinado a proporcionar a la economía española los estímulos necesarios y razonables al fin de evitar que la caída de la actividad económica tuviera un impacto grave. Las medidas de estímulo contenidas en el denominado Plan E han sido, en este sentido, todo un acierto.
La ciudadanía española ha visto, creo que con gran satisfacción y alivio, la reacción de los países de la Unión Europea para la consolidación de la Unión económica y monetaria a través de sus decisiones encaminadas a romper los movimientos especulativos sobre el euro. El futuro social y económico de España se encuentra profundamente implicado con la positiva marcha de los asuntos económicos de nuestros socios europeos y del conjunto de la Unión. Las medidas de ajuste propuestas por el Gobierno han de entenderse en este contexto de nuestra pertenencia al proyecto europeo y de la correlativa necesidad, en estos momentos de crisis, de aplicar una política muy rigurosa de austeridad.
Hay otras interpretaciones torticeras de la derecha política que presentan las medidas de ajuste como una imposición foránea, o del amigo del otro lado del Atlántico. Estos planteamientos políticos ignoran nuestro compromiso con el proyecto europeo, minan la confianza de la ciudadanía en nuestras posibilidades, y se corresponden con las actitudes de aquellos que el Presidente del Gobierno identificó como “patriotas de hojalata”.
La iniciativa política de la reestructuración del sistema financiero español a través del impulso de los procesos de concentración económica de las Cajas de Ahorro debe anotarse también en el activo del Gobierno de España, y parece que en este asunto se contará con la colaboración del PP.
Igualmente, son relevantes los esfuerzos del Gobierno para fomentar el diálogo social entre los sindicatos y los empresarios. Los acuerdos para la reforma laboral deben propiciar un marco adecuado para la creación de empleo indefinido que permita a todos, y especialmente a los más jóvenes, una estabilidad en sus empleos y una formación adecuada para afrontar el dinámico y cambiante entorno empresarial del Siglo XXI.
El Gobierno ha diseñado una estrategia global que busca sentar las bases para un nuevo modelo de desarrollo y crecimiento de la economía española. La Estrategia para el Crecimiento Económico Sostenible consiste en una serie de reformas profundas en diversos sectores a través de distintas iniciativas normativas sectoriales. La Ley de Economía Sostenible se concibe como iniciativa nuclear dentro de esta Estrategia, y pretende resultar un elemento clave en una estrategia global de modernización y cambio del modelo económico.
Terminar la recuperación es nuestra gran tarea. A ella está llamada toda la sociedad española, los partidos políticos, los sindicatos, los empresarios. A todos nos corresponde mostrar altura de miras, aunque podamos esgrimir justificadas críticas, además de desazón, ante las conductas de aquellos que con su avaricia han provocado la especial violencia de esta crisis. La batuta le corresponde al Gobierno de España que, a buen seguro, propondrá ulteriores medidas que contribuyan a incrementar la confianza de la ciudadanía y de los agentes sociales y económicos, así como la percepción de equidad del conjunto de las propuestas realizadas. Los trabajos para la reforma del sistema educativo español y la lucha contra la corrupción que destroza la confianza de los ciudadanos y ciudadanas en las instituciones políticas y económicas son también esfuerzos relevantes que el Gobierno realizará.
A los socialistas nos corresponde explicar las medidas necesarias y razonables adoptadas, y respetar la correcta distribución de los tiempos de la crisis y de la naturaleza de las medidas que está realizando el Gobierno de España.
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