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jueves, 15 de mayo de 2008

Pleno de la Asamblea, día 8 de mayo de 2008

EL TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Intervención del Diputado D. Cesar Giner en el Pleno de la Asamblea del día 8 de mayo de 2008

http://www.youtube.com/v/kIDsBk2eRUA

jueves, 8 de mayo de 2008

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA: LA UTILIZACIÓN POLÍTICA DE LA EDUCACIÓN MADRILEÑA POR EL GOBIERNO AGUIRRE.

Por: Mª Mercedes Díaz Massó

Uno de los rasgos más reconocibles del Gobierno Regional es su propensión a situarse permanentemente en la confrontación con el Gobierno del Estado. La educación es uno de los ejemplos más claros de esta política de enfrentamiento y de deslealtad institucional.

La LOE regula una nueva asignatura: la Educación para la Ciudadanía. Una asignatura que pretende que nuestros jóvenes se eduquen en los valores cívicos propios de un sistema democrático y cuyos contenidos son homologables a los que se imparten en la mayoría de los países desarrollados. El Gobierno de Esperanza Aguirre se ha instalado en este tema, como en otros, en la confrontación con el Gobierno de España al anunciar en un primer momento que en la Comunidad de Madrid no se iba a impartir la asignatura (lo que era flagrantemente ilegal), para terminar diciendo que iba a modificar los currículos hasta hacerlos irreconocibles, que es por lo que finalmente va a apostar.

Esperanza Aguirre sabe que Rajoy va a perder las elecciones y que, por tanto, la promesa de eliminar la asignatura es sólo humo. Por eso ha volcado su esfuerzo en alterar los currículos, eliminando de ellos aspectos sustantivos, que además están recogidos en leyes como la Ley Orgánica de Educación o la Ley de Pevención de la violencia de género.

Los contenidos que el Gobierno Regional quiere escamotear a los ciudadanos/as de La Comunidad de Madrid son todos aquellos que tienen que ver con la apuesta por las políticas de igualdad y con la prevención de la violencia de género, así como aquellos otros que apuestan por el diálogo como forma de resolución de conflictos y de erradicación de cualquier forma de violencia.


Resulta paradójico que en una sociedad que sufre la lacra cotidiana de la violencia de género o la desigualdad de las mujeres a la hora de acceder al mercado laboral, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, se permita el lujo de eliminar de la educación de nuestros jóvenes los valores que deben permitir arrumbar al desván de la historia esas prácticas. Resulta llamativo que en una sociedad en la que la violencia se hace visible cada día, a veces en el ámbito escolar, se eliminen de los currículos los contenidos que pueden contribuir a educar a nuestros alumnos y alumnas en el rechazo a la violencia y en el diálogo como mejor forma de solucionar los conflictos.

El P.P. se llena cada día la boca de España y de la unidad del Estado y sin embargo contribuye con sus políticas a la desvertebración y a la ruptura. El caso de la Educación para la Ciudadanía constituye un claro ejemplo. Por un lado, el gobierno del P.P. de Madrid no tiene empacho en privar a los estudiantes de nuestra comunidad del derecho a cursar esta asignatura en condiciones de igualdad con los del resto del Estado. Por otro lado, contribuye a deshomologar la educación madrileña de la del resto de España. Un alumno de Azuqueca de Henares tendrá derecho a recibir unas enseñanzas sobre Educación para la Ciudadanía, que un alumno de Alcalá de Henares, a pocos kilómetros de distancia, no podrá recibir. ¿Quién rompe España? La educación debería ser una Política de Estado, pero el P.P. a convertido la educación madrileña en un campo de batalla político, en el que todo vale para atacar al Gobierno del Estado. Incluso la desobediencia a las leyes, la deslealtad institucional, los derechos de los alumnos o la deshomologación de la educación madrileña respecto al resto de las comunidades autónomas. Y esto sucede porque Esperanza Aguirre ha decidido poner sus intereses personales y partidistas por encima de los intereses de los ciudadanos madrileños.


Mª Mercedes Díaz Massó
Diputada PSM en la Asamblea de Madrid

jueves, 27 de marzo de 2008

REFLEXIONES EN TORNO A LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA





Por: Óscar Celador Angón

Comenzando por la terminología Educación para la Ciudadanía, he de señalar que no existe una definición uniforme sobre el término ciudadanía en los países europeos. Como regla general, los países europeos han definido la ciudadanía como sinónimo de nacionalidad, y por lo tanto de titular de determinados derechos y obligaciones al amparo de la legislación de un país. En otras ocasiones la ciudadanía se asocia a la nación, al país, o a una comunidad. De esta manera, la ciudadanía es un arma que se utiliza para decir quién es ciudadano pero también para decidir quien no lo es, por lo que en la mayoría de las ocasiones es un concepto que va ligado al término frontera. En este sentido, es suficiente con dirigirse a las legislaciones de los diferentes países para comprobar que normalmente en los países con menos riqueza es muy sencillo acceder a la condición de ciudadano, pero por el contrario en los países más ricos ser ciudadano es extremadamente sencillo. Un ejemplo de lo que queremos decir es el acceso a la ciudadanía en países como Arabia Saudí o Kuwait, donde el ciudadano tiene derecho prácticamente a una pensión vitalicia por el mero hecho de serlo; en ambos países los extranjeros, con independencia de donde hayan nacido o del tiempo de residencia, no pueden acceder a la condición de ciudadanos en ningún supuesto.
Nuestra democracia tiene sólo treinta años y debates como éstos que ahora abordamos aquí, y que no han sido significativos en los demás países europeos, se plantean porque desde determinados sectores sociales parece haber miedo a que los españoles seamos conscientes de lo que es ser ciudadano, y en consecuencia a ser libres para tomar nuestras propias decisiones. El problema de fondo está en que en 1978 los españoles, probablemente sin darle la importancia que tenía, nos convertimos en ciudadanos pese a que la mayoría desconociera los derechos y obligaciones que esta nueva realidad conlleva en el marco de un Estado democrático, y que determinados sectores sociales tengan miedo a que los españoles comprendamos las reglas del sistema de gobierno que decidimos darnos al establecer un Estado democrático que propugna como sus valores superiores la igualdad, la libertad, la justicia y el pluralismo.

Descárgate del siguiente link, el artículo completo:

Óscar Celador Angón
Catedrático Habilitado de Derecho Eclesiástico del Estado
Universidad Carlos III de Madrid

martes, 11 de marzo de 2008

LA ESPAÑA BICOLOR


Por: José Luis Gómez Del Peso

El pasado domingo, celebramos las décimas Elecciones Generales democráticas desde la transición, y a la vista de cómo se celebro la jornada, la participación, la ausencia de incidentes (fuera de lo anecdótico) y los resultados finales, podemos afirmar que al igual que el número de Elecciones Generales realizadas hasta el momento, tanto el sistema democrático español, como la implicación y participación en el mismo de los ciudadanos y ciudadanas, la puntuación obtenida es un 10.

La España Democrática, tiene un sistema “adulto”, eficiente, transparente, y ejemplar. Con la implantación de las nuevas tecnologías en el Sistema Electoral, tanto para el ejercicio del derecho de voto, como para el recuento de los mismos, estamos en condiciones de poder “enorgullecernos”, ya que nuestro país cuenta con un Sistema de Elección Democrática acorde con el Siglo que vivimos, el Siglo XXI.

En unas elecciones lo importante es PARTICIPAR, participar en la “fiesta democrática”y participar e implicarse en las decisiones del futuro de España.

El resultado del día 9 de marzo, deja claro que los ciudadanos no quieren la confrontación, no quieren los términos “belicosos “del Partido Popular, no quieren una mirada retrospectiva, y sobre todo no quieren mirar y mucho menos volver al pasado. Para caminar hay que mirar al futuro, y eso es lo que quieren los ciudadanos, quieren paz, quieren igualdad, quieren progreso, quieren bienestar social y quieren una España unida y sin fracturas.

El sentimiento de una España sin fracturas, se hace realidad en la evolución de la tendencia bipartidista que existe en España. Como podemos observar en la Figura 1, desde las elecciones del año 1996 existe una clara tendencia a que el voto de los españoles se concentre en torno a los dos grandes partidos. Cada vez es menor el porcentaje de diputados representado por el resto de partidos (incluidos los nacionalistas), siendo en estas últimas elecciones la cifra más baja de la historia, estamos hablando de un 8 %, dato más significante aún si lo ponemos en relación con el dato del año 1989 cercano al 20 %.

Figura 1: Evolución del reparto de Diputados por Partidos Políticos (1982-2008)

Fuente: Ministerio del Interior.

Estamos ante la pregunta ¿y tú de quién eres? ¿Kas Naranja o Kas Limón? Seguramente si, lo que significa que España en la actualidad no es un país de centro, sino de izquierdas, izquierda móvil o volante, que “pivota” y transita entre los partidos de izquierdas y los nacionalistas.

Esta tendencia volátil se aprecia muy bien en la Comunidad de Madrid, donde no existen partidos nacionalistas, pero si podemos ver el efecto “volante” del nuevo partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), teniendo en cuenta también el incremento de Diputados del Partido Popular. Como se ilustra en la Figura 2, los votantes de izquierda de la Comunidad de Madrid, con la nueva oferta (UPyD), se reparten entre los tres partidos de izquierdas, aunque en términos agregados podemos apreciar como el PP aumenta con respecto al año 2004 un representante en el Congreso de los Diputados.

Figura 2: Evolución del reparto de Diputados Nacionales en la Comunidad de Madrid (2004-2008)

Fuente: Ministerio del Interior
Tendremos que esperar cuatro años para ver si la izquierda madrileña se concentra en un partido, o continúa vigente el “pluralismo” de izquierdas, contra la tendencia alcista del Partido Popular.

Quiero finalizar mi aportación con una frase concluyente, España es de dos colores como su bandera, nada más que en lugar del color amarillo, en su mapa esta presente el azul”.

José Luis Gómez Del Peso
Lic. Adm. y Dirección de Empresas
Profesor Asoc. Universidad Carlos III de Madrid

miércoles, 27 de febrero de 2008

MUJER Y LIBERTAD

Por: Pilar M. Lezcano Pastor


Mi profundo sentido de la libertad me ha llevado a involucrarme en actividades profesionales como la política -soy diputada socialista- y el teatro -directora y actriz- con el fin de defender los derechos y las libertades de los ciudadanos. Desarrollar un teatro crítico que haga pensar, y una actividad parlamentaria, como la del pasado 14 de febrero que defendí -en la Asamblea de Madrid- el derecho de las mujeres ha interrumpir su embarazo.

Nuestro grupo parlamentario apoya la actuación del Gobierno socialista que tiene dos objetivos claros: defensa del cumplimiento da la actual Ley del Aborto y la protección del los derechos de las mujeres y de la seguridad jurídica de los profesionales. Queremos promover la reflexión y el debate social y político sobre cómo está funcionando la vigente Ley y sobre la posibilidad de modificar la misma. Para ello queremos lograr el mayor consenso social y político con el fin de ampliar los derechos individuales de las mujeres y protegerlas en su dignidad y en su libre albedrío de decidir sobre su maternidad, dentro de los límites que marque la Ley en un Estado de Derecho y Democrático como el nuestro.

También nos gustaría una regularización de la objeción de conciencia para evitar tantos casos de hipocresía médica como se están dando.

Algunos médicos se niegan a practicar abortos en la Sanidad Pública pero no tienen ningún empacho en practicarlos en clínicas privadas donde cobran sustanciosas cantidades. Un registro de objetores pondría en evidencia la doble moral.

La Conferencia Episcopal está muy combativa contra este tema, pero me gustaría verle defender, con el mismo ardor, la lucha contra la pederastia y no permitir barbaridades como la del Obispo de Tenerife que dijo, textualmente:
“Puede haber menores que consientan los abusos, hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo; incluso, si te descuidas, te provocan”. Vergonzoso. Estos son los valedores electorales de la derecha española.

Las mujeres seguiremos luchando por nuestra libertad, porque una mujer libre y respetada en su dignidad, es una ciudadana que contribuye mejor al bienestar, al progreso y a la paz de su comunidad.

Pilar M. Lezcano Pastor
Diputada PSM en la Asamblea de Madrid

viernes, 15 de febrero de 2008

LAS BAJAS PASIONES DEL PP Y LA INMIGRACIÓN



Por: Yolanda Villavicencio M.

Como se habla tanto de integración de los inmigrantes, quisiera ofrecer algunas claves para orientarnos sobre lo que estamos hablando.

El PP propone un contrato de integración para los inmigrantes:

Veamos lo de contrato. En realidad la sociedad en la que estamos es una sociedad pactista, de contratos. La Constitución misma se predica como un pacto, como un contrato que en algún momento se produjo entre los ciudadanos para ordenar la convivencia. Ni el que no tiene nacionalidad española, ni el 70% de la población que si tiene ese estatus, que cuando se aprobó la Constitución no tenía derecho al voto ha pactado nada, de modo que nuestra vinculación con ese pacto viene por otros caminos, ya sea por la oportunidad, por la corrección ética de aquel pacto, o porque la situación viene dada y no hay otra realidad por ahora y ello obliga, por eso la inmigración no necesita otro contrato, ya tiene contrato: La Constitución.

Tal vez, y porque hay una especie de evolución permanente de los pactos de ciudadanía a lo largo del tiempo, la realidad de hoy, nos invita a reflexionar en el pacto del 78, o apostar a modificarlo conforme al cambio de la sociedad, pero esa es una aspiración que se construye día a día y que por ahora, y sobre todo cuando una de las fuerzas políticas principales muestra su absoluto atrincheramiento en la visión más nostálgica de la sociedad, queda en el nivel de las esperanzas y de la tarea por la que apostar y trabajar.

El caso es que cuando el PP propone un pacto, no hace nada excéntrico, pues pacto. La idea de pactar la convivencia es intrínseca a nuestro sistema político. Lo excéntrico viene por el contenido. Porque el pacto del Pepé rompe con el pacto de todos y propone reglas de juego que no son equitativas: Usted pacta sumisión y nosotros dominio. Usted traga lo que nosotros decimos y nosotros decimos lo que usted se traga. Es un pacto cínico, egoísta e injusto y como es tan obvio no hace falta mayor comentario.

Sería distinto pactar, por ejemplo, que unas y otras personas, con el consenso social y el esfuerzo institucional, pusiéramos los mejores empeños y esfuerzos, construyendo derechos y obligaciones mutuos, creando riqueza social, para hacer una comunidad más justa, más digna, para crear mecanismos de cohesión social y de solidaridad con los más desfavorecidos, para profundizar mejor en el desarrollo de los derechos humanos, haciendo que cada cual ponga en ello lo mejor de sí y reciba lo mejor de los demás.

Pero vayamos a lo de la integración.

Existe ya un pacto de integración en la sociedad. Se desarrolló en un plan de carácter estatal que se llama PLAN ESTRATEGICO DE CIUDADANIA E INTEGRACION, y que parte de la idea realista de que la integración es un proceso mutuo, bilateral, de acogimiento, corresponsabilidad, y búsqueda conjunta de la cohesión social. No hay integración de los unos a los otros, sino de ida y vuelta. Lo sugiere también la UE en el COM 11.09.2007.

Nuestra sociedad, cualquier sociedad, tiene múltiples fracturas. No somos todos uniformes (y afortunadamente no lo somos). No es lo mismo el modelo de sociedad que tiene, por poner un ejemplo, Monseñor Rouco en lo que lleva bajo la mitra que el que tiene en su magín Pedro Almodóvar, o la expectativa de cualquier personaje de la farándula que la de un investigador y así hasta el infinito. Tal vez algunos, cada vez más, en su vuelta atrás, aspiran a que todos desfilemos a golpe de silbato y que los criterios jerárquicos, clasistas y autoritarios se impongan sobre otros más dúctiles (son muchos los que militan en el partido tácito machista, militarista, autoritario), pero pretender uniformidad es verdaderamente una sandez, ya que más de la mitad de la sociedad piensa de forma distinta porque tiene valores de solidaridad, justicia y verdadera fraternidad y porque ese pensamiento no sirve para gestionar la realidad de hoy.

La integración es un concepto polisémico y escurridizo. Dice poco de la convivencia, y más de los preconceptos, de los miedos y las intenciones de quienes usan tal palabra. Cuando la derecha habla de integración, me echo a temblar, porque suele ocurrir que más bien habla de prejuicios, restricciones y cálculo electoral. El caso es que a nadie se le ocurriría hablar de la integración de los políticos, o de los banqueros, o del “famoseo” (que viven tan fuera de la realidad común) en la sociedad, o de integración de las mujeres o de los catalanes. Ni los unos ni los otros se tienen que integrar a la sociedad, sencillamente son la sociedad también. No sería comprensible aplicar lo de integración aquí porque aquí los prejuicios van por otro sitio. Más bien, en el primer caso, hablaríamos de privilegios y en el segundo de discriminación, de patriarcalismo, de violencia cultural. Es un enfoque correcto, porque señala el problema en términos de derechos y deberes, de democracia y ciudadanía. ¿Por qué entonces integración “de” los inmigrantes? ¿No hablamos de desigualdad, de discriminación, de elitismo, de etnocentrismo, de privilegios injustos, de interculturalidad y un largo etcétera?

Lo triste es el eco que tiene el discurso neoconservador, renacionalizador y unilateral del patrioterismo en algunas capas sociales. Nuestro reto es entonces la pedagogía, la sensibilización, la participación y la movilización para aportar nuestra visión a la construcción de consensos sociales más democráticos.

Yolanda Villavicencio M.
Diputada PSM en la Asamblea de Madrid

jueves, 7 de febrero de 2008

LA "POLÍTICA" DE INMIGRACIÓN DEL PARTIDO POPULAR

"Creatividad y socialismo, ante las polémicas propuestas del Partido Popular en materia de inmigración para las próximas Elecciones Generales, publica los comunicados de prensa de las Asociaciones AESCO y RUMIÑAHUI".