Por: José Luis Gómez Del Peso
El pasado domingo, celebramos las décimas Elecciones Generales democráticas desde la transición, y a la vista de cómo se celebro la jornada, la participación, la ausencia de incidentes (fuera de lo anecdótico) y los resultados finales, podemos afirmar que al igual que el número de Elecciones Generales realizadas hasta el momento, tanto el sistema democrático español, como la implicación y participación en el mismo de los ciudadanos y ciudadanas, la puntuación obtenida es un 10.
La España Democrática, tiene un sistema “adulto”, eficiente, transparente, y ejemplar. Con la implantación de las nuevas tecnologías en el Sistema Electoral, tanto para el ejercicio del derecho de voto, como para el recuento de los mismos, estamos en condiciones de poder “enorgullecernos”, ya que nuestro país cuenta con un Sistema de Elección Democrática acorde con el Siglo que vivimos, el Siglo XXI.
En unas elecciones lo importante es PARTICIPAR, participar en la “fiesta democrática”y participar e implicarse en las decisiones del futuro de España.
El resultado del día 9 de marzo, deja claro que los ciudadanos no quieren la confrontación, no quieren los términos “belicosos “del Partido Popular, no quieren una mirada retrospectiva, y sobre todo no quieren mirar y mucho menos volver al pasado. Para caminar hay que mirar al futuro, y eso es lo que quieren los ciudadanos, quieren paz, quieren igualdad, quieren progreso, quieren bienestar social y quieren una España unida y sin fracturas.
El sentimiento de una España sin fracturas, se hace realidad en la evolución de la tendencia bipartidista que existe en España. Como podemos observar en la Figura 1, desde las elecciones del año 1996 existe una clara tendencia a que el voto de los españoles se concentre en torno a los dos grandes partidos. Cada vez es menor el porcentaje de diputados representado por el resto de partidos (incluidos los nacionalistas), siendo en estas últimas elecciones la cifra más baja de la historia, estamos hablando de un 8 %, dato más significante aún si lo ponemos en relación con el dato del año 1989 cercano al 20 %.
Figura 1: Evolución del reparto de Diputados por Partidos Políticos (1982-2008)
El pasado domingo, celebramos las décimas Elecciones Generales democráticas desde la transición, y a la vista de cómo se celebro la jornada, la participación, la ausencia de incidentes (fuera de lo anecdótico) y los resultados finales, podemos afirmar que al igual que el número de Elecciones Generales realizadas hasta el momento, tanto el sistema democrático español, como la implicación y participación en el mismo de los ciudadanos y ciudadanas, la puntuación obtenida es un 10.
La España Democrática, tiene un sistema “adulto”, eficiente, transparente, y ejemplar. Con la implantación de las nuevas tecnologías en el Sistema Electoral, tanto para el ejercicio del derecho de voto, como para el recuento de los mismos, estamos en condiciones de poder “enorgullecernos”, ya que nuestro país cuenta con un Sistema de Elección Democrática acorde con el Siglo que vivimos, el Siglo XXI.
En unas elecciones lo importante es PARTICIPAR, participar en la “fiesta democrática”y participar e implicarse en las decisiones del futuro de España.
El resultado del día 9 de marzo, deja claro que los ciudadanos no quieren la confrontación, no quieren los términos “belicosos “del Partido Popular, no quieren una mirada retrospectiva, y sobre todo no quieren mirar y mucho menos volver al pasado. Para caminar hay que mirar al futuro, y eso es lo que quieren los ciudadanos, quieren paz, quieren igualdad, quieren progreso, quieren bienestar social y quieren una España unida y sin fracturas.
El sentimiento de una España sin fracturas, se hace realidad en la evolución de la tendencia bipartidista que existe en España. Como podemos observar en la Figura 1, desde las elecciones del año 1996 existe una clara tendencia a que el voto de los españoles se concentre en torno a los dos grandes partidos. Cada vez es menor el porcentaje de diputados representado por el resto de partidos (incluidos los nacionalistas), siendo en estas últimas elecciones la cifra más baja de la historia, estamos hablando de un 8 %, dato más significante aún si lo ponemos en relación con el dato del año 1989 cercano al 20 %.
Figura 1: Evolución del reparto de Diputados por Partidos Políticos (1982-2008)
Fuente: Ministerio del Interior.
Estamos ante la pregunta ¿y tú de quién eres? ¿Kas Naranja o Kas Limón? Seguramente si, lo que significa que España en la actualidad no es un país de centro, sino de izquierdas, izquierda móvil o volante, que “pivota” y transita entre los partidos de izquierdas y los nacionalistas.
Esta tendencia volátil se aprecia muy bien en la Comunidad de Madrid, donde no existen partidos nacionalistas, pero si podemos ver el efecto “volante” del nuevo partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), teniendo en cuenta también el incremento de Diputados del Partido Popular. Como se ilustra en la Figura 2, los votantes de izquierda de la Comunidad de Madrid, con la nueva oferta (UPyD), se reparten entre los tres partidos de izquierdas, aunque en términos agregados podemos apreciar como el PP aumenta con respecto al año 2004 un representante en el Congreso de los Diputados.
Figura 2: Evolución del reparto de Diputados Nacionales en la Comunidad de Madrid (2004-2008)
Fuente: Ministerio del Interior
Tendremos que esperar cuatro años para ver si la izquierda madrileña se concentra en un partido, o continúa vigente el “pluralismo” de izquierdas, contra la tendencia alcista del Partido Popular.
Quiero finalizar mi aportación con una frase concluyente, “España es de dos colores como su bandera, nada más que en lugar del color amarillo, en su mapa esta presente el azul”.
Quiero finalizar mi aportación con una frase concluyente, “España es de dos colores como su bandera, nada más que en lugar del color amarillo, en su mapa esta presente el azul”.
José Luis Gómez Del Peso
Lic. Adm. y Dirección de Empresas
Lic. Adm. y Dirección de Empresas
Profesor Asoc. Universidad Carlos III de Madrid
1 comentario:
José Luis, excelente análisis. Es verdad que la sociedad española lo que ha expresado es su apoyo al trabajo realizado por el Gobierno del Sr. Zapatero y el deseo de que siga y culmine lo iniciado.
En Madrid, la unidad de acción de la derecha, simpre ganará a la división de la izquierda, y ahí radica el problema que se tiene para crecer. A esto, se le tiene que encontrar una solución.
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