Tomás Gómez ganó las Primarias del PSM/PSOE para elegir candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Hay que felicitar al vencedor y llamar a la unidad de los socialistas madrileños para lograr la victoria en las próximas elecciones autonómicas.
He defendido la candidatura de Trinidad Jiménez porque consideraba que tenía más opciones para ganar las elecciones regionales. Ahora debemos apoyar al candidato socialista puesto que así lo ha decidido una mayoría de la militancia socialista madrileña.
Los vencedores siempre tienen la delicada tarea de administrar su victoria. En esta ocasión el trabajo es extraordinariamente complejo, ya que prácticamente la mitad de la militancia que ha participado en el proceso electoral ha considerado y expresado con su voto libre que Jiménez era mejor candidata.
Cualquier intento de triunfar en los próximos comicios municipales y autonómicos en Madrid con la mitad del PSM/PSOE es un esfuerzo inútil que conduciría a una gran melancolía colectiva. Si se quiere vencer hay que sumar todos los esfuerzos posibles, y generar el mayor número de complicidades, no sólo entre la militancia, sino también entre la ciudadanía que vota a nuestra Partido, que ha seguido muy de cerca este proceso, que nos mira, y que toma sus notas. Estas elecciones han servido para llamar la atención de nuestro electorado, sumergido en una profunda apatía, sobre la posibilidad de recuperar el gobierno de la Comunidad de Madrid, y de muchos municipios, para una opción progresista. Por ello, hay que ser prudentes y disponer de una gran altura de miras recuperando los esfuerzos de todos los compañeros y compañeras para el proyecto común de los socialistas madrileños.
Una administración razonable e inteligente de la victoria supone acudir a las elecciones regionales y municipales con todo el PSM/PSOE, uniendo a los militantes del Partido con ese proyecto político común progresista en el que se sientan identificados con sus principios, con sus valores, con sus objetivos y con las personas.
Es la tercera oportunidad de Tomás Gómez. Los impulsos políticos de los dos últimos Congresos del PSM/PSOE, donde el Secretario General obtuvo abrumadoras mayorías cercanas al 90%, no han culminado con un proyecto político compartido por todos los socialistas madrileños. Por eso hemos celebrado unas Primarias, y en esta ocasión la militancia ha rebajado su confianza hasta el 51%. Tomás Gómez ha ganado. Los que votamos a Trinidad Jiménez somos conscientes que ahora es nuestro candidato, y le apoyaremos. Pero, al menos personalmente, no firmaré un cheque en blanco.
Por cierto, a las mal llamadas “Primarias” en el PSOE hay que dedicarle una sosegada reflexión. Dejémoslo por ahora en el tintero.
He defendido la candidatura de Trinidad Jiménez porque consideraba que tenía más opciones para ganar las elecciones regionales. Ahora debemos apoyar al candidato socialista puesto que así lo ha decidido una mayoría de la militancia socialista madrileña.
Los vencedores siempre tienen la delicada tarea de administrar su victoria. En esta ocasión el trabajo es extraordinariamente complejo, ya que prácticamente la mitad de la militancia que ha participado en el proceso electoral ha considerado y expresado con su voto libre que Jiménez era mejor candidata.
Cualquier intento de triunfar en los próximos comicios municipales y autonómicos en Madrid con la mitad del PSM/PSOE es un esfuerzo inútil que conduciría a una gran melancolía colectiva. Si se quiere vencer hay que sumar todos los esfuerzos posibles, y generar el mayor número de complicidades, no sólo entre la militancia, sino también entre la ciudadanía que vota a nuestra Partido, que ha seguido muy de cerca este proceso, que nos mira, y que toma sus notas. Estas elecciones han servido para llamar la atención de nuestro electorado, sumergido en una profunda apatía, sobre la posibilidad de recuperar el gobierno de la Comunidad de Madrid, y de muchos municipios, para una opción progresista. Por ello, hay que ser prudentes y disponer de una gran altura de miras recuperando los esfuerzos de todos los compañeros y compañeras para el proyecto común de los socialistas madrileños.
Una administración razonable e inteligente de la victoria supone acudir a las elecciones regionales y municipales con todo el PSM/PSOE, uniendo a los militantes del Partido con ese proyecto político común progresista en el que se sientan identificados con sus principios, con sus valores, con sus objetivos y con las personas.
Es la tercera oportunidad de Tomás Gómez. Los impulsos políticos de los dos últimos Congresos del PSM/PSOE, donde el Secretario General obtuvo abrumadoras mayorías cercanas al 90%, no han culminado con un proyecto político compartido por todos los socialistas madrileños. Por eso hemos celebrado unas Primarias, y en esta ocasión la militancia ha rebajado su confianza hasta el 51%. Tomás Gómez ha ganado. Los que votamos a Trinidad Jiménez somos conscientes que ahora es nuestro candidato, y le apoyaremos. Pero, al menos personalmente, no firmaré un cheque en blanco.
Por cierto, a las mal llamadas “Primarias” en el PSOE hay que dedicarle una sosegada reflexión. Dejémoslo por ahora en el tintero.
1 comentario:
Alegato de mal perdedor.
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