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miércoles, 23 de enero de 2008

MERCADO Y ESCUELA PÚBLICA




Por CÉSAR GINER PARREÑO




El prestigioso sociólogo británico Anthony Guiddens propone en un reciente trabajo que los sistemas educativos fomenten la elección de los padres y la competencia entre escuelas. La prestación del servicio público de educación se somete a las reglas del libre mercado. Dicen estas reglas que si los padres pueden elegir la escuela de sus hijos los fondos públicos, naturalmente, han de seguir a esa elección. Entonces las escuelas competirán por la captación de los clientes, que son nuestros hijos, y ganarán las mejores, mientras que perderán las peores. De esta manera, habrá poderosos incentivos para subir la calidad de la educación impartida en las escuelas, se mejorará la relación de los padres con la administración educativa en términos de calidad del servicio, y el sistema educativo ganará en innovación y eficiencia.

La extrapolación de estas ideas al sistema educativo español es un colosal disparate. Los colegios públicos son excelentes, cuentan con los mejores profesionales, pero hay que corregir algunos problemas para que compitan todavía mejor con sus rivales, que son los colegios concertados y los colegios privados. En otras palabras, la competencia en el “mercado de la educación” no sería real: tendríamos a unos agentes, los colegios públicos, que no contarían con las mismas armas que sus competidores: ¡Menuda competencia! Además, la prestación del servicio público de educación a través de los principios de elección y libre competencia puede ser injusta, pues, pensemos con seriedad: ¿quién elegirá y quién será elegido? Veamos estas ideas con algún detalle tomando el ejemplo de la Comunidad de Madrid, donde las políticas de educación del gobierno regional asfixian a la educación pública madrileña.

En efecto, se ha roto el equilibrio entre los tres formatos de enseñanza: la escuela pública, la concertada y la privada. Las causas de la pérdida de equilibrio hay que buscarlas en la falta de políticas para incrementar la competitividad de la escuela pública, y en la ausencia de equidad que contagia a todo el sistema educativo. Vayamos por partes. La escuela pública no puede ser más competitiva si se aplican políticas regresivas respecto al gasto educativo y a las inversiones. No aburriré con números y tantos por cientos, pues basta mirar el Presupuesto de la Comunidad para apreciar el comportamiento tacaño del Gobierno en el gasto público por alumno. Hay un claro déficit de plazas escolares y tenemos que aumentar las infraestructuras públicas. Podemos preguntar sobre esto, principalmente, a los padres que desean llevar a sus hijos a una escuela infantil, que se encuentran con el cartel “está completo” ¡Y cómo están a veces algunos centros públicos!: o los cuidamos o se nos caen, entiéndase la exageración en sus justos términos. Y que decir del malestar del profesorado, y de las plantillas, y de la imperiosa necesidad de promover el reconocimiento profesional de quienes realizan una de las tareas más nobles en nuestra región: contribuir a la educación de los niños.

Los problemas de la educación madrileña sobre rendimiento académico y coste de la educación afectan a la equidad del sistema. La educación que recibe un niño debe ser independiente de la renta de sus padres y de su clase social. Sin embargo, el mapa regional del fracaso escolar perjudica a las zonas este y sur, y principalmente a los centros públicos. La enseñanza tiene un elevado coste para las familias, no es completamente gratuita, ni tan siquiera la pública. La integración del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo es deficiente, hay segregación, y son los centros públicos los que mayoritariamente acogen a este alumnado. Es comprensible que algunos padres salgan corriendo de la red pública y lleven a sus hijos a los centros concertados. El PSOE siempre mantuvo una cooperación leal con la enseñanza privada concertada: ¡la inventó! Y los colegios concertados reciben dinero público. Por ello la enseñanza privada concertada tiene que asumir su responsabilidad con la sociedad y con todos los niños, especialmente si necesitan apoyo educativo. Además es necesario garantizar los principios fundamentales de tolerancia y pluralismo ideológico (art. 1 CE) de los conciertos educativos, también por razón de su financiación pública. Esto exige controlar que no aparezcan posiciones dominantes ideológicas en los conciertos, y a proceder a su apertura ideológica si aparecen.

Y al final… ¿quién elige a quién? La prestación del servicio público de educación a través de la elección y la libre competencia plantea otras objeciones serias. Así, si hay escuelas muy demandadas por los padres son ellas las que eligen, y no los padres, pues establecen mecanismos de selección. La consecuencia inmediata es la segregación o la polarización: las escuelas más “populares” elegirán a los alumnos más capaces o, presumiblemente, a los que vienen de familias con más recursos económicos.

Estoy convencido de que nuestros hijos son el recurso estratégico más importante de este siglo. Una política de educación que apueste decididamente por la calidad, la competitividad y la equidad de la Escuela Pública es la máxima garantía y expresión del principio de igualdad de oportunidades, del bienestar social, del crecimiento económico y del desarrollo de la libertad. Tenemos un patrimonio público e histórico en educación que debemos cuidar y potenciar como una exigencia de responsabilidad con las generaciones futuras. No les fallemos.


Cesar Giner Parreño
Profesor Titular. Universidad Carlos III de Madrid
Diputado PSM en la Asamblea de Madrid
Comentarios: cginer@asambleamadrid.es

Fuente de Procedencia del artículo: Sección de Tribuna, Suplemento Campus del diario “El Mundo”, miércoles 23 de enero de 2008

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que el compañero Giner expone claramente los problemas "clasistas" del sistema de educación que en la actualidad está implantado en la Comunidad de Madrid

Anónimo dijo...

Completamente deacuerdo con el artículo. Vivo en la zona sur (Fuenlabrada), tengo dos hijas en la pública y debato con mi mujer (trabajadora de la enseñanza 'pública') sobre este tema. Me identifico con el ejercicio de responsabilidad propuesto. - JMM -

Anónimo dijo...

EDUCACIÓN Y POLÍTICA, MISMO PRINCIPIO, MISMO OBJETIVO, MISMO FIN:

La división del sistema educativo en Sociedad Española actual (ya desde la infancia) que se nos plantea una vez más, a través las políticas liberalizadoras, segregacionistas y atomizadoras del partido popular en aras de generar un negocio para los de siempre y en beneficio de los mismos, que casualmente son sus más fervientes acólitos y socios del más que posible negocio educativo: Iglesia, Fundaciones Católicas, Asociaciones de Familias (Conservadoras) e Instituciones Educativas Privadas, frente a este "modelo educativo" regresivo, es fundamental que TODO el conjunto de la sociedad española se manifieste y se posicione abiertamente en contra, de lo contrario nos retrotraeremos a un modelo educativo que en un pasado no tan reciente (afortunadamente) represento un rotundo y claro fracaso, ese modelo educativo del pasado, años 60 y 70, recordemos época "franquista y nacional católica falangista" no consiguió desarrollar y preparar adecuadamente a nuestra sociedad y a nuestros hijos, al contrario aquellos que por estas u otras circunstancias tuvieron que emigrar a otros países de nuestro entorno europeo, consiguieron que o bien ellos mismos o bien sus hijos estudiaran con y en otros modelos educativos plurales, laicos y sociales, los cuales les permito acceder a un mayor y mejor conocimiento de las diferentes materias académicas, en definitiva se prepararon académicamente mejor que los que estudiaban en esa "España Nacional-Religiosa", en este punto, es importante significar que muchos de los hijos de esa clase política nacional-religiosa y sus acólitos, curiosamente eran enviados fuera de España (Suiza, Francia, Alemania o Inglaterra) a recibir educación y preparación económica, política, industrial y cultural, entre esos, algunos de los que ahora defienden un cambio del modelo educativo por otro favorable a los intereses políticos-religiosos de los del partido popular, por otro lado, tal vez debiéramos de tirar de hemeroteca y ver en que modelos educativos estudiaron muchos de los actuales dirigentes del PP. El modelo educativo neo-liberal y conservador al margen de lo escrito anteriormente, es un modelo socialmente hablando "piramidal", donde solo aquellos/as que o bien por que disponen de mayores recursos económicos o tienen algún amigo influyente podrán ofrecer a sus hijos una educación o preparación académica, falsamente y demagógicamente ” COMPETITIVA, DIFERENTE, DISTINGUIDA y SUPERIOR” a la de los demás, representa un ejercicio más de división de la sociedad, dado que, no es una educación integradora donde niños y niñas de todas las clases y culturas compartan pupitre, profesorado y recursos económicos destinados para tal fin, lo que pretenden crear estos neo-liberales es, un sistema educativo clasista, como en los vagones de aquellos trenes de antes, primera clase, segunda clase, tercera y luego que ¿? los techos de los vagones, como en los trenes de la India, una sociedad y un sistema educativo de castas, separada, dividida y si llega el caso enfrentada, por culpa de intereses económicos, manipulaciones y falsos prejuicios de unos frente a los otros, no debemos de caer en el error de apostar por modelo educativo diferenciador y segregacionista, nuestro modelo educativo debe y tiene que ser, plural, general, social y laico, fiel reflejo de como es verdaderamente nuestra actual sociedad y la sociedad de todos los países de nuestro entorno y espacio Europeo, desde el respeto en la pluralidad de todas las diferentes identidades, culturas y nacionalidades de nuestro país y del entorno social, económico y cultural del que formamos parte. nuestra sociedad es así y no debemos de permitir que aquello sobre lo que se cimenta y se asienta nuestros principios y valores democráticos se deterioren, él futuro de nuestra sociedad son nuestros hijos, apostemos valientemente por ellos y por unos valores sociales y plurales a los que actualmente todos tenemos total y libre acceso, así como el mismo derecho, un modelo educativo que en definitiva todos tenemos que defender, cuidar y mejorar, un modelo de todos, para todos y por todos compartido.


Fdo: Pedro Mostaza Fernández.