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domingo, 25 de abril de 2010

Sábado 24 de abril de 2010: Memoria y Dignidad para las víctimas


Manuel Azaña escribió que el carácter español es capaz de convertir en tempestad de pasiones violentísimas lo que en sus propios términos no son más que problemas políticos no tan nuevos que no se hubiesen visto ya en otras partes, ni tan difíciles que no pudieran ser dominados. El Presidente de la República hacía esta admonición al hilo de su análisis de las causas de la Guerra Civil española.

La Magistrada Clara Bayarri dijo, en una Tribuna publicada en el Diario El País, que tenía la firme convicción de que la Audiencia Nacional era la competente para la investigación de los delitos de lesa humanidad y genocidio que se produjeron en nuestro país tras la Guerra Civil como consecuencia de la masiva y sistemática eliminación de adversarios políticos realizada por el franquismo. La magistrada de la Audiencia Nacional sostenía que ella y otros dos compañeros interpretaban la Ley de manera diferente a la mayoría de los jueces de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que dictó el Auto que declaró la incompetencia de Garzón para investigar los crímenes del franquismo.

Llegar a ver al juez Garzón sentado en el banquillo produce una sensación de estupor, escalofrío y sobre todo de inseguridad a la luz de las palabras de la Magistrada Bayarri. Si la Ley es susceptible de ser interpretada de formas diferentes, tal y como han hecho los tres magistrados que escribieron un voto particular al Auto de la Audiencia Nacional ¿cómo es posible que el juez Garzón sea acusado de prevaricación? ¿No será más injusta la decisión de sentar al juez Garzón en el banquillo?

El proceso que afronta Garzón más que un proceso penal es un proceso político del que brota esa tempestad de pasiones amargas y violentas, que denunciaba Azaña del carácter español. Parece que algunos aprovechan la ocasión para saldar viejas rencillas personales; y otros buscan la oportunidad de vengar la afrenta causada por el juez que se atrevió a destapar las vergüenzas de la “incorrupta” derecha española en la trama Gürtel, y para ello no dudan en alimentar a una minoría de nostálgicos fascistas, que representan a la España de charanga y pandereta, a esa España inferior que ora y embiste, como nos enseñó con sus versos Antonio Machado.

Me asombra y decepciona la condescendencia del PP con el franquismo. Durante el pleno de la Asamblea de Madrid de 22 de abril de 2010, la Presidenta regional, Esperanza Aguirre, en el trámite de las preguntas de control al Gobierno, realizó un ejercicio de retórica para justificar el franquismo e imputar a la izquierda un supuesto golpe de Estado contra el orden constitucional republicano en el año 1934, que a la postre justificaría el alzamiento nacional, con el que colaboraron los hijos de insignes intelectuales patrios, entre los que se encontraba el hijo de José Ortega y Gasset. Bien es sabido que las palabras falaces de la Presidenta están respaldadas por presuntos historiadores de pacotilla, que pretenden transformar la historia de España, y que están bien apoyados por un coro de grillos y varios tenores huecos de cierta derecha mediática. El Consejero Granados apostilló el discurso de Aguirre, y realizó un intenso ejercicio de cinismo cuando afirmó que el PP nada tuvo que ver con la Guerra ni con el franquismo, a diferencia de los socialistas y comunistas que compartieron responsabilidades en el desastre español de la Guerra Civil. Es verdad, el PP es un Partido con poco recorrido de la Historia de España, que, con diversas marcas en sus orígenes, aglutinó a los herederos del franquismo que transitaron a la democracia, nada más y nada menos.

Los representantes institucionales de los populares madrileños, digamos con ironía, estos “adalides” de la democracia española, no han dudado en vituperar y maltratar al Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa ¿Qué ha hecho el Rector de la Complutense? ¿Qué falta o delito ha cometido? Carlos Berzosa, con valentía, ha entendido que la Universidad es un espacio abierto donde siempre se han defendido los valores de la libertad y de la democracia; La Universidad Complutense ha recogido una expresión democrática del rechazo a la tiranía y al fascismo.

Al final de esta historia de pasiones violentas y de falta de mesura y de juicio de los sectores más extremos de la derecha española, pierden las víctimas del franquismo, la justicia, la democracia y la ciudadanía. A algunos les falta sumarse a una conciencia nacional compartida por una mayoría social de que el franquismo fue un error histórico para España. Es una tarea que tienen pendiente. La Ley de Memoria Histórica, promovida por el Gobierno socialista de España, debe ayudarles a forjar esa conciencia, y tiene que permitirnos afrontar con decisión y humanidad la recuperación de la memoria de las víctimas del franquismo y su dignificación.

Sábado, 24 de abril de 2010, sesenta mil voces volaron por la madrileña calle de Alcalá hasta la Puerta del Sol pidiendo justicia y dignidad para las víctimas del franquismo. Miles de corazones llenos de sentimientos de compasión, de empatía, de simpatía con los que sufrieron miedo, terror, con los que perdieron su vida por defender la libertad.

Volvamos a la admonición de Manuel Azaña. Tras más de treinta años de democracia en España hay una mayoría social muy importante que está dispuesta a no convertir el objetivo justo de la recuperación de la Memoria Histórica y de la dignificación de las víctimas del franquismo en esa tempestad de pasiones que muchas veces ha puesto palos en las ruedas de una España abierta, de espíritu crítico y moderna. Todos los españoles y españolas deben sumarse a esa mayoría social. Los españoles no fueron los únicos que padecieron la lacra de la intolerancia, la crueldad, el oprobio, el terror, el fascismo. Otros países sufrieron terribles crímenes y la memoria de sus víctimas ha sido recuperada gracias a la aplicación de la legislación internacional de protección de los derechos humanos, de la que ha sido protagonista importante la propia jurisdicción española.

Tenemos retos importantes que conseguir para recuperar la Memoria y Dignificar a las víctimas del franquismo. España es responsable ante sí misma y ante el mundo.


jueves, 15 de abril de 2010

MANIFIESTO POR LA DEMOCRACIA INTERNA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN EL PARTIDO SOCIALISTA DE MADRID

La Plataforma “Socialistas Por el Cambio” ante el Expediente disciplinario al compañero Alejandro Inurrieta, Concejal del Ayuntamiento de Madrid, realiza el siguiente

MANIFIESTO POR LA DEMOCRACIA INTERNA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN EL PARTIDO SOCIALISTA DE MADRID

La Comunidad de Madrid vive momentos de alta tensión política por los casos de corrupción de la trama Gürtel que afectan al PP. Además se ha incrementado el espectáculo de confrontación entre la Presidenta de la Comunidad y el Alcalde de Madrid, y entre los equipos de ambos, que se espían de forma ilegítima.

Los dirigentes del PP se han desocupado y olvidado de los problemas reales de los madrileños y madrileñas para centrarse en la corrupción política y en el espionaje.

En este contexto de corrupción y tramas de espionaje del que es responsable el PP, vemos con estupor la petición inoportuna de expulsión del PSOE para un compañero por los Órganos Disciplinarios Regionales del PSM.

¿Qué puede haber hecho este compañero para ser reo de la máxima pena?

¿A qué organización ha generado daño tan notable para que se pida la expulsión de la misma?

¿Sobre qué procedimientos y garantías se fundamentan tan graves acusaciones y de qué pruebas se dispone por parte de los instructores, para que pidan la máxima sanción que puede aplicarse a un militante?

¿Se han analizado antecedentes de determinados comportamientos que no han conducido a decisiones tan extremas?

¿Se ha valorado la repercusión política de tal proceder de los órganos disciplinarios, que tienen su origen en órganos políticos y no jurisdiccionales?

Debemos responder a estas preguntas. Estamos obligados a ello por responsabilidad, por solidaridad, por seguridad y por respeto a la organización y a la sociedad a la que intentamos orientar y representar políticamente.

Este compañero lo que presumiblemente ha hecho es dar una opinión sobre el quehacer político del máximo responsable de la dirección del PSM.

Su opinión se ha expresado en un blog. Se trata de una opinión razonada, individual y libre.

Los demás cargos que se quieren añadir parecen, a todas luces, buscados para justificar la petición de sanción máxima.

¿Se considera por los responsables regionales de garantías que esto daña gravemente a la organización?

No se puede tener la sensación, ni por los tiempos utilizados, ni por los actos enjuiciados, ni por los pocos datos disponibles, de que el proceso de inculpación al compañero, se haya hecho con las debidas garantías. Si el órgano instructor considera que se han cumplido las mismas, debe hacerlas minuciosamente públicas.

Llama poderosamente la atención que el PP de Madrid haya suspendido de militancia a Cobo tras formular públicamente y con máxima notoriedad un gravísimo alegato contra la Presidenta del Gobierno Regional y algunos de sus Consejeros.

Sin embargo, los Órganos Disciplinarios del PSM van mucho más lejos que el PP, son más duros y severos, piden la máxima sanción para un compañero que libremente ha expresado en su blog su preocupación por la evolución de las expectativas de nuestro Partido.

Nuestros principios como organización política se basan en la igualdad, la libertad y la justicia.

La libertad de opinión y de crítica son consustanciales con nuestra cultura. La libertad de expresión es una referencia democrática de primer nivel.

La permanente llamada a la libertad de expresión circunscrita al ámbito interno puede, en muchos casos, ser la coartada perfecta de los aparatos de las organizaciones para imponer la ley del silencio.

Hemos oído a nuestro portavoz parlamentario en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, juez de profesión, con relación a la crítica realizada por la Secretaria General del PP al acto en la Universidad Complutense de apoyo al juez Garzón, acto al que ha considerado como un ataque a la democracia, decir con firmeza, que la libertad de opinión, de expresión y de crítica son consustanciales a la democracia.

Parece que no piensan lo mismo los responsables de garantías regionales, de los que es difícil ante estas posturas considerar independientes en su actuación de las orientaciones políticas de la Comisión Ejecutiva Regional.

No se puede ni se deben consentir en esta organización comportamientos de esta naturaleza. Y esperamos que los Órganos Federales pongan las cosas en su debido sitio, por respeto a la organización, a la democracia interna y a los derechos de todos los militantes y ciudadanos a los que el compañero representa en el Ayuntamiento de Madrid.

lunes, 5 de abril de 2010

DEMOCRACIA Y RAZÓN PÚBLICA CONTRA LA CORRUPCIÓN

La filosofía política contemporánea entiende la democracia con una perspectiva amplia. La democracia no es solamente una exigencia de elecciones y votos. Es mucho más abierta y comprende lo que John Rawls llamó «el ejercicio de la razón pública». La democracia se entiende mejor como el “gobierno por discusión”.

La participación política, el diálogo y la interacción pública constituyen los ejes del razonamiento público en la práctica de la democracia. Las elecciones y los votos tienen un papel crucial para la expresión y efectividad del razonamiento público. Y la discusión pública y la participación política cotidiana sobre los temas políticos relevantes que afectan a la sociedad pueden evitar las actitudes conformistas, el miedo y la ansiedad cuando la ciudadanía finalmente tiene que pronunciarse sobre la opción política que desea apoyar en los comicios.

La corrupción política es la herencia que va a dejar el Partido Popular de Madrid. La gestión que el PP presentará a los próximos comicios municipales y autonómicos tiene tres marcas reconocidas por la ciudadanía: Gürtel, espionaje y Fundescam.

La corrupción política daña profundamente la confianza de los ciudadanos en el sistema político y en las instituciones democráticas, y lesiona la convivencia en sociedad. La corrupción política genera unos patrones de conducta que podrían reproducirse de forma mimética en todos los sectores de la sociedad. La corrupción política tampoco produce un clima de confianza para el desarrollo económico de la Comunidad de Madrid mediante la atracción de inversiones.

Los valores y las normas cuentan. Los individuos no se mueven únicamente por los beneficios personales. Los gobiernos y los políticos tienen una especial responsabilidad ante la ciudadanía. Tienen que dar una absoluta prioridad a la honradez y a la rectitud. Si la vara de medir está bien, la madera estará recta.

La prensa y los medios de comunicación han jugado un papel extraordinario en la denuncia cotidiana y continua de la corrupción del PP madrileño en los asuntos Gürtel, Fundescam y en la trama del espionaje.

Los medios de comunicación han difundido las noticias sobre la corrupción política del PP en Madrid y han fomentado el escrutinio crítico de las mismas, contribuyendo a una formación de valores libre e informada. Los medios de comunicación han impulsado en estos temas complejos y deleznables de la corrupción política el razonamiento público, fortaleciendo la democracia como gobierno por discusión.

Los representantes políticos e institucionales del PSM tenemos que llevar la lucha contra la corrupción política en Madrid al primer lugar de nuestras agendas. Terminar con la corrupción es una prioridad. Hay que ser rotundos contra la corrupción política, no valen las tácticas, ni los análisis políticos oportunistas de mesa de camilla. Tenemos que ser rotundos y contundentes con los nuestros, e intransigentes y exigentes con las responsabilidades políticas de los dirigentes del Partido Popular por la corrupción. Está en juego nuestra credibilidad.

La democracia como razón pública exige que las responsabilidades del PP de Madrid por la corrupción política se ventilen en las próximas elecciones municipales y autonómicas. Además la razón publica demanda un trabajo continuo, sistemático y cotidiano de denuncia en la Asamblea de Madrid y en los medios de comunicación de todas las irregularidades y presuntas ilegalidades cometidas por el Gobierno regional por parte de los representantes políticos e institucionales del PSM.

Esperanza Aguirre como Presidenta del PP de Madrid y de un Gobierno regional azotado por los problemas de corrupción política tiene que dar explicaciones y asumir sus responsabilidades. Llegó al Gobierno bajo la sospecha de la corrupción con el mayor escándalo de la historia de la democracia española, que nos lo acaba de recordar recientemente Tamayo con su visita a la Puerta del Sol.

Los gobiernos de Aguirre han afrontado y tienen severos problemas de corrupción política. Los madrileños y madrileñas no se merecen esta Presidenta, ni debería aspirar a repetir como candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Los socialistas madrileños tenemos que comparecer ante estas elecciones municipales y autonómicas. Para ello debemos presentar a nuestros mejores candidatos y candidatas. Antes hay que cumplir con las exigencias políticas que nos corresponde en el marco de la democracia como razón pública reclamando a nuestros adversarios sus responsabilidades por la corrupción política.