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miércoles, 10 de septiembre de 2008

CONGRESO REGIONAL PSM-PSOE





Por: Cesar Giner Parreño
(Artículo publicado en ABC el 2 de septiembre de 2008)



Hace algo más de un año los socialistas madrileños sufrimos una severa derrota en las elecciones autonómicas. Desconcertados miramos a Ferraz, que señaló a Tomas Gómez, y nosotros aclamamos al regidor de Parla en un congreso extraordinario. Este año ha sido un cheque-regalo al PP por la desaparición política, social y mediática de los socialistas de Madrid. Empezamos con la propuesta técnicamente correcta de la supresión del impuesto del patrimonio, empero carente del sentido de la estética para ser la primera -y única con empaque- del Nuevo Socialismo. Después todos nos hemos enterrado en discusiones internas absurdas sobre el liderazgo de Gómez, hasta él mismo, y como los «ojos del Guadiana» reaparecemos, un año después, con un proyecto político para el XI Congreso Ordinario hecho con ilusión, con claridad, y con un nuevo lenguaje. Algunos aspectos del proyecto son polémicos, como la afirmación categórica de la derechización de la sociedad madrileña, o los guiños desmesurados a la educación concertada, entre otros. Se ha hablado de un giro al centro político del PSM, de la heterodoxia de Gómez, de su perfil pragmático. Son retratos de una organización que está algo acomplejada por las derrotas, o brochazos de algunos que llegan y quieren decir algo novedoso y, sobre todo, una huída desorientada hacia adelante que no quiere mirar seriamente a las causas de los fracasos.

En el año 2003 la izquierda ganó las elecciones en la Comunidad de Madrid. Se apostaba por los servicios públicos y por una educación pública de calidad con equidad, al tiempo que se mantenía una cooperación leal con la escuela concertada. El Gobierno de la Nación del PP sufría un serio desgaste por su gestión. Unos meses más tarde Madrid contribuía significativamente con sus votos a la derrota del PP en el Estado. Cuatro años después los madrileños han dado la espalda a los socialistas en las autonómicas con un proyecto igual, salvo detalles, al que venció, y también perdimos muchos apoyos en las últimas generales. ¿Quiere ello decir que la sociedad madrileña ha cambiado en estos cuatro años, o que hemos cambiado los socialistas? ¿Han sido Aguirre y Gallardón los artífices de la derechización de la sociedad madrileña? Más allá de sus aciertos han de estar necesariamente nuestros errores. A buen seguro tenemos que girar al centro, pero no para hacer la misma política que nuestros adversarios, sino para mirar al «centro geográfico», a Madrid, a su «centralidad» política, económica, financiera y administrativa. La capital de España y su región tienen que ser el centro de nuestra atención con un proyecto político de izquierdas creativo para una región muy importante en el contexto global. Un proyecto con una dimensión estratégica relevante en el terreno de la comunicación, con un discurso lleno de complicidades con la sociedad madrileña. Madrid como un eje central de la agenda de la política para el Estado.

Algunos piensan que el aumento del bienestar de los madrileños debe propiciar también un cambio de discurso de los socialistas hacia la derecha. Nada más lejos de la realidad, puesto que los ciudadanos tienen un sentido de la solidaridad y de la justicia que les impulsa a elegir propuestas que refuercen la libertad a través de políticas públicas, como la de educación. En resolución, los socialistas madrileños tenemos que trabajar y cambiar profundamente ese proyecto que se somete a nuestra consideración en el próximo congreso ordinario, un proyecto que tiene pinceladas que serían suscritas por el mismo Friedman, ya se sabe, uno de los jefes intelectuales de los «Chicago boys». Hubiera sido deseable un congreso ordinario competido, de contraste de ideas, de debate. No ha sido posible. El Cardenal Mazarino en su «Breviario de los Políticos» desaconsejaba el cambio de las decisiones políticas adoptadas. Ferraz ha debido repasarlo en los últimos tiempos. Aunque la verdad es que los disconformes con la línea política del Nueva Socialismo tampoco han sido capaces de generar liderazgo suficiente. En todo caso, el reto es importante y la organización cuenta con recursos y capacidades para ello.





César Giner Parreño
Diputado del PSM en la Asamblea de Madrid
y profesor de la Universidad Carlos III